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Sam Petto, (402) 476-8091, spetto@aclunebraska.org

LINCOLN, Neb. — Un hombre de Omaha ya está de regreso con sus seres queridos tras haber pasado semanas bajo la custodia de las autoridades federales de inmigración. Aunque el hombre pago su fianza el 10 de julio, la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) se negó a aprobar su liberación hasta hace pocos días.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Nebraska había estado trabajando en su liberación junto al abogado de inmigración del hombre, Paul Forney.

Agentes de ICE detuvieron al hombre durante la redada del mes de junio en Glenn Valley Foods, en Omaha. Paso dos días en las oficinas del Departamento de Seguridad Nacional en Omaha antes de ser trasladado al Centro de Detención del Condado de Lincoln en North Platte. El 9 de julio, un juez de inmigración de Omaha fijo una fianza de $10,000 en su primera audiencia. El hombre pago la fianza al día siguiente con la ayuda del Prairielands Freedom Fund. Su familia manejo hasta North Platte con la esperanza de llevarlo de vuelta a casa, pero se enteraron de que el centro de detención no lo liberaría debido a objeciones de las autoridades migratorias, quienes afirmaban haber presentado una notificación de intención de apelar. No existía ningún registro de dicha notificación, algo que Forney señaló repetidamente tanto a ICE como al centro de detención.

Todo indica que las autoridades negaron la libertad del hombre basándose en la nueva directriz provisional de ICE, la cual establece que la mayoría de las personas inmigrantes no son elegibles para ser liberadas bajo fianza. Esta política exige que casi todas las personas inmigrantes permanezcan detenidas durante todo su proceso migratoria, el cual puede durar años. Como ejemplo, la próxima audiencia del hombre está programada para el abril de 2026.

Forney busco el apoyo de la ACLU de Nebraska mientras continuaba sus esfuerzos por asegurar la libertad de su cliente. El domingo, 20 de julio, un abogado de ICE reconoció un “descuido” y confirmo que el hombre sería liberado al día siguiente. El lunes 21 de julio, salió de custodia y él y su familia fueron recibidos y apoyados por la organización HOPE-Esperanza, con sede en North Platte, antes de regresar esa misma noche a Omaha. Ahora se encuentra nuevamente con su pareja y su hijo pequeños, y podrá continuar su proceso migratorio y presentar su solicitud de asilo mientras permanece en la comunidad.

Decenas de personas detenidas por ICE en Nebraska siguen bajo custodia incluso después de que un juez de inmigración les haya fijado una fianza, una decisión que, por ley, debe considerar si representan un riesgo de fugo o un peligro para la comunidad. Además, decenas de miles de dólares pagado por families y por el Prairielands Freedom Fund permanecen en manos del gobierno. La ACLU de Nebraska considera que esta detención prolongado plantea series preocupaciones sobre el debido proceso.

Paul Forney, abogado de inmigración en el área de Omaha, dijo:

“Las políticas migratorias de esta administración son duras. ICE tiene un objetivo claro: deportar a las personas inmigrantes lo más rápido posible. En este caso, ICE ha demostrado un claro desprecio por las normas, los reglamentos y por los derechos civiles de mi cliente.”

Mindy Rush Chipman, directora ejecutiva de la ACLU de Nebraska, expresó:

“La nueva y cruel política de ICE ya está afectando a familia de Nebraska que deberían estar juntas, en lugar de preguntarse cuando, o si, una madre o un padre volverá a casa. Nos sentimos muy aliviados de que una familia más este reunida, pero sabemos que este es solo el primer paso de un camino más largo. Sin importar nuestro estatus migratorio, todas las personas tenemos ciertos derechos. El gobierno federal no puede ignorar el debido proceso legal ni mantener a personas detenidas simplemente por una nueva o infundida política que de pronto considera que millones de miembros de nuestras comunidades no califican para la libertad bajo fianza. Esto es inaceptable y no puede convertirse en la nueva normalidad del país.”

La redada de junio en Omaha fue la operación de control migratorio más registrada en Nebraska desde el 2018. Según reportes, la mayoría de las personas detenidas por ICE en esta redada no tenían antecedentes penales.